Compañía de Ballet Nacional Rusa.
A pesar de tener muy claro mi carácter de aficionado muy básico en la materia, no puedo por menos que sentirme desilusionado por el espectáculo un tanto pastichoso que vimos ayer. A mi personalmente, me dejo el sabor de ser un montaje alimenticio, básicamente para hacer caja y al que falta el amor y la pasión que deben de envolver todo trabajo bien terminado. Y más si hablamos de una de las figuras cimeras de la música mundial.
El vídeo queda bastante más lucido...
La coreografía, principal culpable desde mi punto de vista, en demasiadas ocasiones sigue un curso tan distinto a la música que hace dudar de si se ha simplificado una coreografía existente, sin aplicar un mínimo de interés al asunto. Y sin embargo no faltan escenas, como la Danza Oriental del Cascanueces, que poseen una intensa belleza y una muy buena ejecución, por lo que parece que se debe más a la desgana que a la falta de capacidad.
En verdad da pena que un elenco de bailarines de evidente talento, ejecutando algunas de las músicas mas bellas del mundo y frente a un público hambriento de ballet, queden mermados por fallos incomprensibles en una compañía que quiere enlazar con la excelsa tradición rusa en el campo de la danza.
Mención aparte merece la pésima calidad de los equipos de reproducción de sonido del Auditorium Víctor Villegas, que ha nos ha dado tantas jornadas para disfrutar de su buena acústica. Invertir en un sistema de altavoces que merezca tal nombre debería de ser objetivo prioritario, si se quiere poder dar espectáculos que tengan la música "enlatada".
En resumen, escasa compensación artística para la mala noche que hacia y que tan poco invitaba a salir de casa.
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